12.11.20

Mary Karr. La flor

Ningún camino brinda tantos misterios como ese primero que remontas desde el lugar donde naciste, la primera vez que lo remontas por voluntad propia, en un viaje financiado con los doláres arrugados que contiene tu lata de café -billetes que has ahorrado y gorroneado, por los que has trabajado en el turno de noche de la centralita, por los que te has perdido a los Rolling Stones, por los que has vendido hierba fragante con cogollos rotos y amarronados dentro de bolsitas de plástico cerradas con un nudo-. A decir verdad, con tal de desembarcar de tus orígenes, has hecho de todo para juntar dinero, salvo vender tu coño joven y fresco.


Principio de "La flor"
    

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