En primer lugar, intenta ser alguna otra cosa, lo que sea. Estrella de cine-astronauta. Estrella de cine-misionera. Estrella de cine-maestra de jardín de infancia. Presidenta del mundo. Fracasa estrepitosamente. Lo mejor es que fracases a edad temprana, a los catorce años, digamos. La desilusión temprana, grave, es necesaria para que a los quince años puedas escribir largas secuencias de hai-kus sobre el deseo frustrado. Es un estanque, una flor de cerezo, un viento que roza las alas de la alondra que vuela hacia la montaña.
De "Cómo hacerse escritora"
En el libro "Autoayuda"
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