Quién podría ofenderme?
La semilla de mi sonrisa es ardiente
Incluso cuando, congelada y quieta,
La transformo en los labios en herramienta.
La dicha dibuja aves
Incluso cuando lloran mis ojos
Cruje el bajo de mi vestido por los años
Y las cerezas como pendientes cojo.
Laten las alas en los labios
Para alzar mi risa en el viento.
Esta se parece a los prados
De espigas que oro fueran vertiendo,
Pero la dicha es agua solemne
Y del cauce aniñado que conforma,
Quién se atrevería a ofender,
De mi generación, su alta honra?
De "Primera persona del plural"
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