11.12.21

Badl. El placer de la frotación

Nada más placentero hay que una cita,
ese aviso previo que las ilusiones reaviva.
  
Nada mejor que la desidia de un celador,
que a deslizarme en su aposento me invita.
   
Silencio, a solas ella y yo, risas contenidas...
Nada mejor que saborear la miel en el panal. 
   
Nada hay más delicioso que la frotación, 
nada que colme mis deseos con tanta intensidad.


En "Gacelas de arena. Poesías árabes de la Edad de Oro"
    

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