Di a quien conmigo se confunde, me rehúye,
me maltrata o no me concede atención:
Por el Misericordioso!, no has recibido,
de mi corazón, más que bondades y amor.
Sé precavido, no quieras matarme hoy
ni apliques injustamente la ley del talión.
En "Gacelas de arena. Poesías árabes de la Edad de Oro"
No hay comentarios:
Publicar un comentario