2.2.22

Annie Ernaux. Perderse

El 16 de noviembre de 1989 llamé por teléfono a la embajada de la URSS en París. Pedí que me pusieran con el señor S. La telefonista no contestó. Se hizo un largo silencio y una voz de mujer me dijo: "Es que, sabe usted, el señor S. se volvió ayer a Moscú". Colgué inmediatamente. Me parecía que ya había oído esa frase al teléfono. No eran las mismas palabras, pero sí el mismo sentido, con el mismo peso de horror y la misma imposibilidad de creerlo. Después recordé el anuncio de la muerte de mi madre, tres años y medio antes.


Principio de "Perderse"
    

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