es muy probable que a la viuda le resulte muy difícil levantarse de la cama.
Levantarse de la cama? Qué tal abrir los ojos?
Nadie entenderá -nadie, excepto la viuda- que el acto de abrir los ojos es un acto agotador, un acto que requiere temeridad y abandono, un valor poco frecuente, imaginación; al abrir sus ojos, la viuda se compromete a otro día más del asedio permanente, un huracán de emociones que la dejan rota y golpeada pero decidida a ser, o parecer, resistente e incluso "normal". Peor aún, después de abrir los ojos viene el acto de levantarse de la cama, que exige, en este estado debilitado, el impulso fanático y la voluntad de un deportista olímpico.
De "Diario de una viuda"
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