3.3.22

Maria João Cantinho. Por más que te cante el cuerpo

Por más que te cante el cuerpo
acuérdate: la vida es ese pájaro
enloquecido que muere de
encuentro a los espejos en el ansia de
un nombre. Acuérdate:
             es preciso pagar los intereses del dolor.
   
Vendrán los frutos de todas las estaciones y la
música mínima que habita el follaje,
deletreando, hoja a hoja, como un laberinto,
la escritura interminable en las piedras, en los
árboles, la escritura del mundo, multiplicándo-
se.
   
Y vislumbrarás, entre tus noches, las
pequeñas, humanas glorias, lo que podría haber
sido, en ese naufragio de luz, continuarás 
alimentando ese pájaro que florece en su
noche: el exilio, el alma que se aplasta en la
superficie de los espejos, eternamente
devorada por el tiempo.


En "Sombras de porcelana brava.
Diecisiete poetas portuguesas"
   

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