6.3.22

Ana Marques Gastão. Sudario

El rojo es de granada y blanco asombrado
sin rodilla ni anca de plata. Después lo oscuro
desciende oscuro en el rostro, deslizándose 
como un cisne metálico en el paño de lis
aplastado por las nubes de la mañana.
   
Una gota de oro resbala de la mujer
sin párpados. En tanto las alas se arquean
en lágrimas de tinta, el rostro se vuelve
cuerpo tipográfico, print anticipado
sin vale, hombre o pulmón.
   
Ella se sienta en v y desaparece.


En "Sombras de porcelana brava.
Diecisiete poetas portuguesas"
    

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