Cómo puedo estar segura de que todos los años que he pasado sentada frente al escritorio valen la pena de verdad, comparado con lo que podría haber hecho sí, por ejemplo, los hubiera dedicado a enseñar a niños desfavorecidos? Se trata del demonio de la culpa, del que Colette se preguntaba si una vida de autotortura en realidad puede ser, de hecho, la más pura autoindulgencia.
Para una mujer soltera puede resultar una pregunta angustiosa. No tiene el pretexto de una familia o las responsabilidades de una familia ni, por otro lado, la Regla ni la Comunidad que amparan a un religioso. Ha tomado una opción que la aparta de muchas de las cosas que la gente considera la vida en favor de otra que roza la intangible. No es de extrañar que la ansiedad sea la constante en la vida de esa persona!
De "Anhelo de raíces"
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