escribir
para decir el grito
para arrancarlo
para convertirlo
para transformarlo
para desmenuzarlo
para eliminarlo
escribir el dolor
para proyectarlo para actuar sobre él con la palabra
escribir
para descansar
(escribir que el sol, en invierno, es hermoso)
por no llorar tan dentro
tan a escondidas
escribir
hasta la extenuación
para que se derrame el dolor contenido
desde el inicio del mundo
escribir
para rebelarse
sin provecho
a pesar de la derrota ya prevista
porque no hay rebeldía que no esté justificada
ni violencia que no sea, en el fondo,
inocente,
escribir
con derecho al llanto
escribir para curar
escribir para guarecerse
escribir como si cerrase los ojos
para no cerrarlos
para mover la mano y seguir su curso
para sentirse viva
AÚN
para aplazar la angustia
como simulación
para guiar la mente y que no se desboque
para controlar lo controlable
(Escribir, en Matar a Platón seguido de Escribir, 2004)
En "Rojo-Dolor. Antología de mujeres poetas en torno al dolor"
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