Esta incredulidad:
un pez que salta y ya no encuentra el agua.
siempre en mitad de algo
-del orden, del espejo, de la canción que oías-
caen, como un filoso anzuelo atrapapenas,
el pasmo
el ay, el nudo, la parálisis,
el corazón en pausa
la rendija que se abre
y arroja esa luz blanca que me ciega.
De "Los habitados"
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