Pero al fin de demostrarle de la forma más tangible que quepa que nuestros fines son los mismos que los suyos, ahí va la guinea, donación libre, libremente otorgada, sin otras condiciones que las que usted quiera imponer. Es la tercera guinea entre tres guineas, pero observará que las tres guineas, pese a haber sido dadas a tres diferentes tesoreros honorarios, lo han sido en méritos de la misma causa, por cuanto se trata de causas idénticas e inseparables.
Y ahora, como sea que el tiempo le apremia, señor, permítame terminar. Tres veces pido disculpas a ustedes tres, en primer lugar por la longitud de la carta, en segundo lugar por la pequeñez de mi contribución, y en tercer lugar por el hecho de escribir, pura y simplemente. Sin embargo, de esto último tiene usted la culpa, por cuanto esta carta jamás habría sido escrita, si usted no hubiera pedido contestación a la suya.
Final de "Tres guineas"
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