9.3.23

Natalia Ginzburg. Todos nuestros ayeres

El retrato de la madre estaba colgado en el comedor: una señora sentada con sombrero de plumas y una cara larga y cansada con gesto de susto. Siempre había tenido mala salud, le daban mareos y palpitaciones, y cuatro hijos habían sido demasiados para ella. Murió poco después de que naciera Anna.


Principio de "Todos nuestros ayeres"
    

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