7.3.23

Sally Rodney sobre Natalia Ginzburg

Cuando leí por primera vez la obra de Natalia Ginzburg hace unos cuantos años fue como leer algo que hubiesen escrito para mí, algo que hubiesen escrito casi en mi propia cabeza, o en mi corazón. No conseguía entender cómo no me había topado antes con la obra de Ginzburg: que nadie, conociéndome, me hubiese hablado jamás de sus libros. Como si su escritura fuese un secreto importantísimo que yo llevaba toda la vida esperando a descubrir. Sus palabras, mucho más que nada de lo que yo misma hubiese escrito, o hubiese intentando escribir siquiera, parecían expresar algo completamente cierto acerca de mi experiencia de la vida, de la vida en sí. 


Del prólogo a la novela "Todos nuestros ayeres"
escrito por Sally Rodney
    

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