Ya que la memoria se elabora, se reconstruye, por añadidos, por omisiones, se superpone, mezcla a su capricho lo cierto con lo falso, la verdad y la farsa. La memoria transforma, recorta, se recompone, para ofrecer una verdad aceptable. Es tan fácil contar historias, alimentar resentimientos, descifrar alrededor o en el interior de uno mismo los signos del deseo o de la pérdida, y su repentina evidencia.
De "Una tarde de diciembre"
No hay comentarios:
Publicar un comentario