3.6.23

Eavan Boland. Felicidad

Un verano en Connemara, 1940.
Mi padre aprende irlandés. 
Mi madre
pinta la cosecha. 

Sostiene ocre y naranja quemado
contra la tela. 

Él dice
samradh por verano y atais por felicidad.

El Atlántico
arroja sal a la oscuridad. Ella recoge sus colores. 

Es la hora de regresar a casa
a la ciudad donde aún no he nacido:

Ellos no pueden ver mi tristeza mientras el tren
se mueve hacia el este entre campos, sombras, fincas
hacia mi vida. 

Ellos no escuchan las ruedas
decir-pero yo sí-

nunca jamás, nunca jamás. 


En "No soy tu musa. Antología de poetas irlandesas contemporáneas"
   

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