Pongo mi esperanza en el agua
en esta pequeña barca
del idioma, igual que se pondría
una criatura
en un cesto tejido
con hojas de iris,
su parte inferior resistente
gracias al betún y a la resina,
y luego la puse toda abajo entre
juncos
y espadañas al borde
del río
sólo para aguantarse aquí y acullá,
sin saber dónde iba a terminar:
quizás, en el regazo
de la hija de algún Faraón.
En "No soy tu musa. Antología de poetas irlandesas contemporáneas"
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