22.10.23

Virginie Despentes. Querido capullo

OSCAR

Me crucé en París con Rebecca Latté. Me vinieron a la mente los personajes extraordinarios que ha llegado a interpretar; mujer peligrosa, venenosa, vulnerable, conmovedora o heroica, dependiendo de la ocasión; cuántas veces no me habré enamorado de ella, cuántas veces no me habré enamorado de ella, cuántas fotos suyas habré llegado a colgar, en cuántos apartamentos, encima de cuántas camas, y siempre me hicieron soñar. Trágica metáfora de toda una época que se está yendo a la mierda: una mujer sublime que, cuando estaba en su apogeo, inició a tantos adolescentes en el hechizo de la seducción femenina, convertida ahora en ese adefesio. No solo vieja. Sino burda, descuidada, de piel repulsiva, metida en ese personaje de mujer sucia, bulliciosa. Un bochorno. Me han dicho que se ha convertido en musa de las jóvenes feministas. La Internacional de las Pordioseras ataca de nuevo. Nivel de sorpresa: cero. Me acuesto en el sofá en posición lateral de seguridad y me pongo a escuchar en bucle "Hypnotize", de Biggie.



REBECCA

Querido capullo:
He leído lo que publicaste en tu cuenta de Insta. Eres como si una paloma se me cagara en el hombro: una guarrada asquerosa. Buáá buáá buáá soy una mierdecilla que no le interesa a nadie y berreo como un chihuahua para ver si me hago notar. Vivan las redes sociales: has logrado tus quince minutos de gloria. La prueba: te estoy escribiendo. Fijo que tienes hijos. Los tipos como tú tienen que reproducirse, imagina que el linaje se truncara. Cuanto más estúpidos y siniestramente inútiles sois, más obligados os sentís a continuar con vuestra estirpe. Así que espero que a tus hijos los atropelle un camión y que se mueran y que los veas agonizar sin poder hacer nada y que los ojos se les salgan chorreando de las cuencas y que sus gritos de dolor te martiricen noche tras noche. Ese es todo el bien que te deseo. Y deja en paz a Biggie, payaso.


Principio de "Querido capullo"
    

No hay comentarios: