Dana era la única mujer en nuestra clase de primero de Odontología, una de las dos que hubo ese año en toda la facultad. Los años siguientes la cosa cambió y las mujeres pasaron a ser una quinta parte del alumnado; tal vez por eso el profesor Perl, que impartía Bioquímica I, abandonó la costumbre de preguntarle a la única chica de la clase: "Señorita McNanus, lo ha comprendido?", asumiendo que si Dana era capaz de entenderlo, todos los demás (hombres), también. Pero Dana era licenciada en Bioquímica, por lo que sus predecibles síes a dicha pregunta fueron una traición para el resto y nuestra clase acabó siendo la comidilla de la facultad por sus pésimas calificaciones en esta asignatura; se trataba de una anomalía estadística, alumnos que habrían aprobado cualquier otro año y que, sin embargo, ése suspendieron. Por supuesto, Perl jamás asumió culpa alguna.
Principio de "La edad del desconsuelo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario