Advertencia
La literatura es la prueba de que la vida no alcanza, dijo Pessoa.
Puede ser.
Más probable es que la vida y la literatura, siendo ambas insuficientes, alumbren a veces -como una linterna mágica- la textura y el espesor de las cosas, la asombrada complejidad que somos.
Es lo que busqué, Madre.
Darte, como en el Apocalipsis, un libro a comer.
Un pequeño libro de mi puño y cuerpo, seguramente errado en su tristeza, que fielmente fuera un censo de escenas ilegibles.
Algo así como un compendio abstracto donde yo misma pudiera entrar, lo menos tímida del mundo, a preguntar a nadie qué hacer.
Pensé tal vez que, en las bifurcaciones del camino, recordar podía equivalen a unir (y a perdonar).
Entonces valdría la pena.
Advertencia al principio de "El corazón del daño"
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