El Nini vivía con nosotros desde que era pequeño. Era hijo de un primo de mi padre. Sus padres habían muerto y habría tenido que vivir con el abuelo, pero el abuelo le pegaba con una escoba y él se escapaba y venía con nosotros. Al final el abuelo murió, y le dijeron que podía quedarse en nuestra casa.
Sin contar al Nini éramos cinco hermanos. La mayor era Azalea, que se había casado y vivía en la ciudad. Yo era la segunda, y después venían Giovanni, Gabriele y Vittorio. Se suele decir que una casa en la que hay muchos hijos es una casa alegre, pero a mí no me parecía que hubiera nada de alegre en nuestra casa. Yo tenía intención de casarme pronto y de marcharme como había hecho Azalea. Azalea se había casado a los diecisiete años. Yo tenía dieciséis, pero todavía no me había pedido matrimonio nadie. También Guiovanni y el Nini se querían marchar. Los únicos que todavía estaban contentos eran los pequeños.
Principio de "El camino que va a la ciudad y otros relatos"
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