Aún no he conseguido reaccionar contra mi profundo estupor; pero será posible? Es para mí como una palabra que se queda cortada en medio de una frase, como un acorde que se interrumpe de pronto, pero que sigue resonando, roto, en los oídos.
Hacíamos mil planes para después de la guerra; queríamos "gozar de la vida", viajar, leer buenos libros, admirar más que nunca la primavera. No alcanzo a concebirlo: será cierto? Como una flor arrancada y pisoteada.
De una carta a Luise Kautsky desde Brelau el 15 de noviembre de 1917
Sobre la muerte de Hannes Diefenbach
En "Cartas de la prisión"
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