Entonces, también se dormían las golondrinas que en lo alto del enorme portón de su casa habían formado un nido con bolitas negras de lodo.
Volverán las oscuras golondrinasde tu balcón sus nidos a colgarpero aquellas que aprendieronnuestros nombres, ésas, no volverán!...
les decía su padre mirando el nido donde vivían las visitadoras golondrinas que de habían instalado en su casa.
De "Una mujer sin cocina"
En "Andamos huyendo, Lola"
En "Cuentos completos"
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