1.12.24

Françoise Frenkel. Una librería en Berlín

Es deber de los supervivientes rendir testimonio con el fin de que los muertos no sean olvidados ni los oscuros sacrificios sean desconocidos.
Ojalá estas páginas puedan inspirar un pensamiento piadoso para aquellos que fueron silenciados para siempre, exhaustos por el camino o asesinados.
Dedico este libro a los HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD que, generosamente, con una valentía inagotable, opusieron la voluntad a la violencia y resistieron hasta el final.
Querido lector, ten hacia ellos el cariño agradecido que toda acción magnánima merece.
Pienso también en mis amigos suizos que me tendieron la mano en el momento en que más me sentía hundir, y en la clara sonrisa de mi amiga Lie, que me ayudó a seguir viviendo.


F. F.
En Suiza, a orillas
del lago de los Cuatro Cantones,
1943-1944


Prólogo de "Una librería en Berlín"


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