25.4.25

Judith Mészáros. Cada noche, antes del toque de silencio...

cada noche, antes del toque de silencio, alcanzo mi oreja con la
  rodilla y escucho el pequeño reloj tic-tac, tic-tac
   
doblando la página otra foto olvidada, tú sonríes y me escuchas
  la sangre circula de mí hacia ti, de ti regresa como un
  luminoso búmeran, como una muerte leve
   
una vena crecida en el muro


En "Sombras, incendios y desvanes.
Diecisiete poetas rumanas (1961-1980)"
    

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