23.7.25

Elena Garro. La vida empieza a las tres

El mar chispeante y negro salpicaba de sal los costados del barco. Llovía y una tristeza hecha de adioses mudos envolvía al muelle y a los pasajeros que subían con rapidez por la escalerilla blanca. En la oscuridad del puerto del Norte se confundían las gabardinas con los abrigos de pieles de algunas viajeras. El ir y venir de los cargadores era un juego de sombras húmedas.


Principio de "La vida empieza a las tres"
En "Cuentos completos"
     

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