17.7.25

Isak Dinesen cita a Shakespeare

Ahora Malli le miró a los ojos, con gran sosiego en la mirada y en la voz, y le habló de nuevo, tan dulce y mansamente, y con tanta franqueza, que a Herr Soerensen se le derritió el corazón en el pecho y le asomaron las lágrimas a los ojos:
Mi cuerpo yace a cinco brazas,
de coral se han hecho mis huesos,
esas perlas fueron mis ojos,
no hay nada en mí que se disuelva
sino que cambia, por transformación marina,
en algo rico y extraño.
Las nereidas, cada hora, tocan a muerto por mí.
Escuchad! Ahora oigo... el ding dong de sus tañidos.


De "Tempestades"
En "Anécdotas del destino"
    

No hay comentarios: