¿Quién sabe si, acaso, en otro día...?
Mas no lo esperes hoy; ha helado, sopla el viento, nieva,
y es curioso en demasía, anda, aparta.
¿Qué quieres escucharlo? Bueno:
mas mi secreto es mío y no lo he de decir...
Tal vez en lánguido día veraniego
cuando apenas si cantan adormecidos pájaros,
y las frutas doradas se pasan de maduras,
si no hace mucho sol ni hay muchas nubes,
y los cálidos vientos ni paran ni son fuertes,
acaso, entonces, pueda desvelar mi secreto,
o, acaso, lo adivines.
De "Florilegio"
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