Tengo un pájaro que en primavera
para mí sola canta-
la primavera seduce.
Y cuando el verano se acerca-
y cuando la rosa aparece,
el pájaro se va.
Y asimismo no me quejo
sabiendo que ese pájaro es mío
a pesar de haberse ido-
estudia más allá del mar
melodías nuevas para mí
y volverá.
Raudas en mano más segura
contenidas en tierras más naturales
son mías-
y aunque ahora partan,
digo a mi desconfiado corazón
son tuyas.
En un sereno brillo,
en una más dorada luz
veo
cada ínfima duda y temor,
cada pequeña discordia acá
terminada.
Entonces no me lamentaré,
sabiendo que este pájaro mío
aunque haya volado
en un distante árbol
deslumbrante melodía para mí
volverá.
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