Dentro de las personas también languidecían los cautivos. Sí, dentro de la gente que caminaba y trabajaba a pleno sol había cautivos morando en la oscuridad, invisibles desde su nacimiento hasta el momento de su muerte. Dentro de esas prisiones, la luna brillaba y los prisioneros se arrastraban hasta las ventanas y miraban hacia fuera con ojos profundamente tristes hacia el círculo blanco que no revela ningún secreto y los comprende todos.
De "Uno de los nuestros"
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