Por qué escribo?
Porque las palabras me lo dictan: escríbenos. Quieren estar unidas, ser aliadas. Palabra con palabra con palabra. Un regimiento de palabras de mi lado, otro en mi contra. Quieren ser llamadas a las filas del papel, donde ha de librarse el combate. A menudo me comporto de manera escéptica, no quiero someterme a su dictadura, las arrojo al viento. Si son más fuertes que él, vuelven a mí, me sacuden y atormentan hasta que cedo. Está bien, ahora dejadme en paz. Mas no son piezas dóciles con las cuales se pueda proceder a capricho o voluntad, las palabras afirman que las he malinterpretado, que deseaban decir otra cosa. Murmuran no haber sido colocadas en la posición correcta.
A modo de prólogo del libro
"Mi aliento se llama ahora y otros poemas"
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