La escena que la niña, luego la muchacha, más tarde la joven, trataba de recordar con tanto ahínco estaba bastante clara, al menos al principio. La habían empujado -a veces llevado, otras arrastrado de la mano- en una noche oscura en la que no se veía nada salvo estrellas, y después la habían metido en una habitación, le habían dicho: "Silencio" y los que la habían llevado hasta allí desaparecieron. No se había fijado en sus caras, en qué eran, porque estaba demasiado asustada, pero se trataba de su gente, de la Gente, eso sí lo sabía.
Principio de "Mara y Dann"
No hay comentarios:
Publicar un comentario