Estoy conmigo, pero tengo miedo.
Andan cerca rumores misteriosos.
Interfiero demonios neblinosos
y la tinta hace luto por mi dedo.
Una alarma está noche va conmigo;
y ese ruido a cristal con una gota
o un pedazo de música remota
me estremece y no encuentro lo que digo.
El silencio es redondo y yo soy suya.
Tengo miedo... se asoma el Infinito.
No hay rincón en mi alma que no huya;
canta en ella algún pájaro maldito,
y de pronto da el miedo un aleluya
y estoy sola con esta que ya he escrito.
(De Memoria de la fiebre, 1958)
En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"
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