I
Ha llegado ese frío
que tan bien conocen los sabios, e incluso a soportar han aprendido.
Sé que este deleite
acabará pronto enterrado en la nieve.
El sol se esconde tras una nube
y deja de verse.
La belleza, antes tan escandalosa,
solo en el recuerdo se oye ahora.
El corazón se dispone
a alimentarse de lo vivido.
La noche cae como el rayo.
Hoy ya queda en el pasado.
Volando desde la colina negra llegan a mi puerta
tres copos de nieve, luego cuatro,
hasta que pierdo la cuenta.
De "Cazador, y tu presa?", 1939
en una "Antología poética"
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