Dime tú -elegido entre los más diestros- si aún
conservas el dulce estilo del amor.
Puesto que ha llegado la primavera y veo
que empiezas con alegría a derramar tus
besos, y mi piel está tibia.
Con la misma sustancia y velocidad que
aparecen orquídeas y geranios
tus besos tienen la propiedad de servir
a tus placeres
y a quien va en busca del amor.
Vengan pues fieles a nosotros
placer y amor,
somos aún jóvenes y fuertes.
(De Todo orgullo humea la noche, 1988)
En la antología "Poesía soy yo.
Poetas en español del siglo XX (1886-1960)"
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