31.8.21

Marina Tsvietáieva. El poema del fin

1.


Contra el herrumbroso cielo de hojalata,
como un poste, como un dedo.
Donde siempre, él.
Como el destino.

-Menos cuarto. Puntual ¿eh?
La muerte no espera.
Ligero, su sombrero
se alza.

Entre pestañas, el reto.
Los labios, prietos,
Un saludo –inclinación
de cabeza-, grave.

-Menos cuarto. ¿Puntual?
Miente la voz.
¿Qué ocurre? –se ahoga el corazón.
¡Alerta! – advierte la cabeza.

El cielo de la malaventura,
hojalata oxidada,
Él, donde siempre.
Las seis en punto.

El beso de corcho en los labios,
mudo,
como quien besa la mano
a una dama anciana o a un muerto.

Un transeúnte apresurado
me clava el codo en la cintura.
Estridente, cercaba,
una bocina.

Ulula, brama,
aúlla como un perro con rabia.
(La vida se te agolpa
cuando mueres.)

Ayer –a media máquina,
hoy –hasta las estrellas.
(Este es el momento de exceso:
o todo o nada.)

Por dentro: ¡amor, amor!
-¿Qué hora es? –las siete ya.
-¿Vamos al cine o…?
Un estallido: -¡Vamos a casa!


De "El poema del fin"
    

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