Mi solaz, hermanos, es la soledad.
Junto a mí, siempre está mi amor.
No he hallado a otro semejante
en quien poder volcar mi pasión.
Donde sea vislumbro su belleza:
Él es mi mihrab, mi alquibla, mi guía.
Si muero sin haber alcanzado mi anhelo,
pobre de mí!, que desgracia la mía!
Oh, remedio del corazón! oh, mi deseo!
solo la unión contigo salvará mi vida.
Oh, mi placer infinito!, oh, vida mía!
por ti es mi arrebato; tú eres mi consolación.
Toda la creación he abandonado esperando
unirme a ti, tal es mi mayor aspiración!
En "Gacelas de arena. Poesías árabes de la Edad de Oro"
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