Los niños de los demás, siempre, por todas partes. Lo peor es en el autobús, cuando no tienes escapatoria. Tengo la espalda sudada y estoy de mal humor. El sol entra de pleno por las ventanas sucias y el autobús lleva lleno desde Drammen, aunque se supone que te garatizan un asiento, se ha subido gente tanto en Tønsberg y Fokserød, y ahora tienen que ir de pie, bamboleándose y agarrándose como pueden. En el asiento detrás de mí, va un padre con un niño de unos tres años, el niño está viendo El bosque de Haquivaqui en el iPad, con el sonido activado. El sonido es penetrante y hueco, las pocas veces que el padre intenta bajar el volumen, el niño chilla enfurecido y lo vuelve a subir.
Principio de "Adultos"
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