17.4.24

Margaret Atwood sobre Isak Dinesen

Aun así, cuánto placer debió de sentir mientras escribía y cuánto placer nos ha proporcionado, a lo largo del tiempo, a sus muchos lectores. Siete cuentos góticos es el primer acto de una notable carrera literaria que situó a Isak Dinesen en la lista de autores esenciales del siglo XX. Del mismo modo que James Joyce invoca a Dédalo, el constructor de laberintos, al final de Retrato del artista adolescente -"Viejo padre, viejo artífice"-, muchos lectores y escritores podrían invocar a Isak Dinesen: "Vieja madre, vieja cuentacuentos, ampárame ahora y siempre con tu ayuda".
Y desde las fotografías de la revista Life, su enigmática y esquelética figura cargada de abalorios nos devuelve galante la mirada con esos ojos vivos. 


De "Siete cuentos góticos: Introducción"
En "Cuestiones candentes"
    

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